Cementerios 2.0

El concepto del 2.0 hace referencia a una interacción entre las personas, empresas o instituciones. Implica una comunicación horizontal y bidireccional, para entendernos, va más allá de ser una página web en la que puedes disfrutar de información, de entretenimiento o cualquier contenido que se precie, es poder hacer participe a quién entre en tu espacio web a contactar contigo, bien sea a través de comentarios o a través de medios sociales. Y muy importante, las dos personas deben querer relacionarse.

Pues bien, parece ser que algunos cementerios de Barcelona quieren acercar a las personas ya fallecidas con sus visitantes. Y no es que propongan actividades de espiritualismo, sino que se ayudan de las nuevas tecnologías para tener una experiencia más cercana para las personas que vayan a ver a sus seres queridos.

Lo que han desarrollado estos cementerios son códigos QR, estos son un sistema que permite almacenar información en una especie de código de barras de última generación, y que con la ayuda de un dispositivo móvil puedes acceder a dicha información de manera rápida y sencilla (solo acercando la cámara del móvil al código). Estos cementerios ofrecen la posibilidad de incrustar dichos códigos en las lápidas para que las personas que se acerquen al nicho y quieran ver más información puedan acceder a ella rápidamente. Esta información es elegida por los familiares o incluso con anterioridad por la propia persona fallecida. Pueden ser fotos, vídeos, audios, textos…lo que se desee. El precio: 100 euros.

Código QR

Código QR

Sin duda, habrá gente encantada con este nuevo servicio y gente que piense que es una locura o una falta de respeto. Mi opinión es positiva, y me explico.

Considero que es un servicio complementario que para quién lo contrate puede significar una experiencia más llena. Normalmente, cuando uno acude a un cementerio es para depositar unas flores a esa persona, dedicarle un rezo o unas palabras, o para simplemente para recordar a esa persona; sobre todo en fechas especiales. Pues ahora, gracias a esta iniciativa, los que quieran pueden además ver un vídeo, una canción u otro contenido que los familiares hayan querido guardar en ese código a modo de homenaje. Y obviamente, el valor sentimental que puede adquirir esta información cuando el que la haya recogido en un código QR haya sido el propio fallecido.

No me extrañaría que esta acción se expanda a más cementerios y más ciudades. La verdad que nunca me hubiera imaginado cómo relacionar las nuevas tecnologías con un tema como este, pero siempre hay alguien que piensa más allá.

¿Qué os parece? ¿Haríais uso de este nuevo servicio?

Si queréis, podéis ver esta noticia en El Periódico de Catalunya.